De repente el calor era abrasador, unos inmortalizaban el momento y otros huían de las primeras filas, acosados por las "cenizas" y el insoportable calor del "foc";
la imagen es preciosa, pero requiere precaución, cuando los operarios aun están clavando los maderos que ayudaran a su encendido, no puedes imaginar que poco después el mismo fuego te hará sudar en una madrugada del mes de marzo; Impresionante y precioso.
(Cuando hacía esta foto pensaba en la Noche de San Juan, en Valencia).
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